lunes, 21 de diciembre de 2009

En blanco



Y todo lo blanco está tras la ventana
a la que ella se acerca
y toca con su nariz,
para sentir su calma en frío.

De repente, un hálito de vida dibuja
una sonrisa en el cristal.
Y su creadora la admira con-pasión
mientras piensa:

-Crear sonrisas,
qué fácil parece desde este lado-
y su nariz roja
-ésta vez sin goma, al natural-
se aparta del frío pedazo de vidrio.

Ojalá llegara este hálito

a todas esas luces rojas de la autovía
dirección: ochohoras de inercia
con Salida CO2 poruntubo

llega su parada
y las puertas del tren se abren
dejando tras de sí el frío
dosificado en las dermis
junto con el resto de pasajer*s

Y una vez en el andén
una nueva reflexión la asalta,

Acabo de darme cuenta de que me gusta el frío:
hace sentir(me) más cerca de mi,

hasta me abrazo.

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